Villacarrillo C.F.: Alejandro,
Poblaciones, Salva, Niza, Almansa, Antoñín (Montiel, 80’), Rodri, Manolillo,
Pablo, Grego (Toni, 64’) y Ortega (Juan Ángel, 73’).
|
No pudo ser. El Villacarrillo
C.F. Aceite Puerta de Las Villas no logró conservar su posición de privilegio
tras caer derrotado en Atarfe. Cuando los celestes parecían encarrilar el
partido venciendo en la segunda parte y con un hombre más sobre el terreno de
juego, los locales le dieron la vuelta al choque en dos acciones puntuales.
Medio centenar de campiñeses se
desplazaron a la localidad granadina para arropar a su flamante líder de
Tercera, rebosantes de ilusión ante una efeméride difícilmente repetible. Sin
embargo, la mañana dominical ya comenzaría con malos presagios para dicha
expedición, pues una avería en el autobús retrasó su llegada al estadio,
otorgando el tiempo justo a los futbolistas para calentar e iniciar el duelo.
Con las bajas de Maykel y Fran
saltaron los nuestros al césped atarfeño, en pos de mantener la impensable
primera plaza. Enfrente, el Atarfe Industrial, conjunto de mitad de tabla cuya
propuesta futbolística de toque y asociación causó buena impresión en su visita
al Veracruz.
Atarfe Industrial:
Rubén, Juan, Quevedo, Dabán, Bautista, Heras, Comino (Moleón, 85’), Sierra, Corral
(Martínez, 45’), Moi y Mohamed (Richard, 45’).
|
El primer periodo podría
resumirse en pocas líneas. Ni los locales se asemejaban al equipo que nos
visitó en septiembre ni el Villacarrillo evidenciaba las virtudes que le habían
aupado a lo más alto de la tabla. Voleones e imprecisiones mataban los minutos,
sin acercamientos claros a portería. Lo más destacado quizá fue el listón que
impuso el colegiado, quien sancionaba con tarjeta cada falta.
No obstante, los de Lasarte
fueron ganando metros, para terminar acorralando a su rival en los últimos
minutos del primer acto a base de jugadas a balón parado. En una de ellas llegó
la mejor opción, cuando un cabezazo de Grego que iba destinado a colarse en la
portería local fue repelido milagrosamente por el cancerbero Rubén, quien se
jugó el físico en ello.
Lo más positivo llegaría justo
antes del descanso, cuando el defensa Juan vio la segunda cartulina amarilla,
lastrando por ende a su equipo para toda la segunda mitad.
La superioridad numérica inyectó moral
al líder para lanzarse a por los tres puntos. El Villacarrillo tomó
definitivamente las riendas del combate y comenzó a gozar de ocasiones para
adelantarse en el marcador. Manolillo tuvo la más flagrante tras ganar en
velocidad a sus defensores y plantarse ante Rubén, pero su chut se marchó
desviado.
Se trataba del preludio del gol,
pues el propio extremo lupionense volvió a zafarse de sus marcadores para, en
una jugada similar a la anterior, perforar ésta vez el arco local con un gran
tiro cruzado. La parroquia villacarrillense celebraba por todo lo alto el tanto
de los suyos, y el clima general era de alivio y de optimismo ante la coyuntura
que presentaba el encuentro para los veinte minutos que restaban. Ni el más
fatalista hubiera imaginado el desenlace fatal que se estaba gestando.
En sólo cinco minutos los de
Germán Crespo voltearían el resultado. Moi, el mejor de los verdiblancos, cayó
a banda izquierda y generó las dos jugadas que supondrían la remontada. En el
78’, un córner peinado en el primer palo fue remachado por Martínez con el
pecho en el segundo, estableciendo la igualada. Gol absurdo proveniente de un
fallo en cadena. En el 83’, y justo un minuto después de que Manolillo hubiera
enviado un misil al larguero de la portería opuesta, falta en la esquina del área
visitante que Moi ejecuta de forma indirecta, sorprendiendo a Alejandro a media
altura y desatando la euforia local. El fútbol es así.
De ahí al final, con Salva en
punta a lo Alexanco, los nuestros intentaron la heroica sin éxito. En el
descuento, un centro de Pablo fue rematado por el improvisado delantero centro,
pero se fue rozando el palo. No era el día; nunca lo había sido. El inexorable
destino sentenciaba la derrota y la consecuente pérdida del liderato.
Tras las victorias de sus
inmediatos perseguidores, el Villacarrillo pasa a ocupar la cuarta plaza, a un
partido de retornar a lo más alto o de abandonar los puestos de play-off, según
se mire. Cuando la igualdad es máxima, pequeños detalles valen partidos y
posiciones en la clasificación. La próxima semana el Villacarrillo recibirá al
Torremolinos en el Veracruz, donde no se pueden escapar puntos si se quiere
permanecer arriba.
Diego José González.
1 comentario:
Qu no nos hace falta ser lideres, que todo el mundo quiere ganarle a los lideres.
Lideres el ultimo partido
Publicar un comentario