martes, 12 de febrero de 2013

EL LIDERATO SE ESCAPA EN CINCO MINUTOS


Villacarrillo C.F.: Alejandro, Poblaciones, Salva, Niza, Almansa, Antoñín (Montiel, 80’), Rodri, Manolillo, Pablo, Grego (Toni, 64’) y Ortega (Juan Ángel, 73’).

No pudo ser. El Villacarrillo C.F. Aceite Puerta de Las Villas no logró conservar su posición de privilegio tras caer derrotado en Atarfe. Cuando los celestes parecían encarrilar el partido venciendo en la segunda parte y con un hombre más sobre el terreno de juego, los locales le dieron la vuelta al choque en dos acciones puntuales.

Medio centenar de campiñeses se desplazaron a la localidad granadina para arropar a su flamante líder de Tercera, rebosantes de ilusión ante una efeméride difícilmente repetible. Sin embargo, la mañana dominical ya comenzaría con malos presagios para dicha expedición, pues una avería en el autobús retrasó su llegada al estadio, otorgando el tiempo justo a los futbolistas para calentar e iniciar el duelo.
Con las bajas de Maykel y Fran saltaron los nuestros al césped atarfeño, en pos de mantener la impensable primera plaza. Enfrente, el Atarfe Industrial, conjunto de mitad de tabla cuya propuesta futbolística de toque y asociación causó buena impresión en su visita al Veracruz.
Atarfe Industrial: Rubén, Juan, Quevedo, Dabán, Bautista, Heras, Comino (Moleón, 85’), Sierra, Corral (Martínez, 45’), Moi y Mohamed (Richard, 45’).
El primer periodo podría resumirse en pocas líneas. Ni los locales se asemejaban al equipo que nos visitó en septiembre ni el Villacarrillo evidenciaba las virtudes que le habían aupado a lo más alto de la tabla. Voleones e imprecisiones mataban los minutos, sin acercamientos claros a portería. Lo más destacado quizá fue el listón que impuso el colegiado, quien sancionaba con tarjeta cada falta.
No obstante, los de Lasarte fueron ganando metros, para terminar acorralando a su rival en los últimos minutos del primer acto a base de jugadas a balón parado. En una de ellas llegó la mejor opción, cuando un cabezazo de Grego que iba destinado a colarse en la portería local fue repelido milagrosamente por el cancerbero Rubén, quien se jugó el físico en ello.
Lo más positivo llegaría justo antes del descanso, cuando el defensa Juan vio la segunda cartulina amarilla, lastrando por ende a su equipo para toda la segunda mitad.
La superioridad numérica inyectó moral al líder para lanzarse a por los tres puntos. El Villacarrillo tomó definitivamente las riendas del combate y comenzó a gozar de ocasiones para adelantarse en el marcador. Manolillo tuvo la más flagrante tras ganar en velocidad a sus defensores y plantarse ante Rubén, pero su chut se marchó desviado.
Se trataba del preludio del gol, pues el propio extremo lupionense volvió a zafarse de sus marcadores para, en una jugada similar a la anterior, perforar ésta vez el arco local con un gran tiro cruzado. La parroquia villacarrillense celebraba por todo lo alto el tanto de los suyos, y el clima general era de alivio y de optimismo ante la coyuntura que presentaba el encuentro para los veinte minutos que restaban. Ni el más fatalista hubiera imaginado el desenlace fatal que se estaba gestando.
En sólo cinco minutos los de Germán Crespo voltearían el resultado. Moi, el mejor de los verdiblancos, cayó a banda izquierda y generó las dos jugadas que supondrían la remontada. En el 78’, un córner peinado en el primer palo fue remachado por Martínez con el pecho en el segundo, estableciendo la igualada. Gol absurdo proveniente de un fallo en cadena. En el 83’, y justo un minuto después de que Manolillo hubiera enviado un misil al larguero de la portería opuesta, falta en la esquina del área visitante que Moi ejecuta de forma indirecta, sorprendiendo a Alejandro a media altura y desatando la euforia local. El fútbol es así.
De ahí al final, con Salva en punta a lo Alexanco, los nuestros intentaron la heroica sin éxito. En el descuento, un centro de Pablo fue rematado por el improvisado delantero centro, pero se fue rozando el palo. No era el día; nunca lo había sido. El inexorable destino sentenciaba la derrota y la consecuente pérdida del liderato.
Tras las victorias de sus inmediatos perseguidores, el Villacarrillo pasa a ocupar la cuarta plaza, a un partido de retornar a lo más alto o de abandonar los puestos de play-off, según se mire. Cuando la igualdad es máxima, pequeños detalles valen partidos y posiciones en la clasificación. La próxima semana el Villacarrillo recibirá al Torremolinos en el Veracruz, donde no se pueden escapar puntos si se quiere permanecer arriba.


Diego José González.

1 comentario:

Ginés dijo...

Qu no nos hace falta ser lideres, que todo el mundo quiere ganarle a los lideres.
Lideres el ultimo partido