miércoles, 11 de mayo de 2011

AMARGO TRIUNFO

Despedida liguera en el Veracruz con victoria del Villacarrillo CF Aceite Puerta de Las Villas al Malaka CF. A pesar de este importante triunfo, el equipo de Peralta dijo definitivamente adiós al sueño de jugar la promoción de ascenso. El fútbol quedó relegado a un segundo plano por la actuación arbitral y el abyecto comportamiento del rival malagueño. Sería justo hacer tres crónicas: la deportiva, la arbitral y la de sucesos.

Centrándonos en lo meramente futbolístico, el Villacarrillo estaba obligado a vencer por más de dos goles para seguir optando a la tercera posición. Desde el inicio salió al ataque, con la novedad del joven Jesús Cuevas. El Malaka sufría mucho para sacar el balón jugado ante la presión celeste, y el dominio local se iba a traducir en el marcador en el minuto 20, cuando el explosivo Elady trazó una de sus clásicas jugadas por banda para desde fuera del área conectar un derechazo que se alojaría en las redes de la portería visitante.

El gol espoleó más aún a los nuestros, que siguieron atacando hasta que en un saque de banda de Fortu peinado por Antoñín, Cristian hizo en propia puerta el segundo tanto para el Villacarrillo. Con un 2-0 se llegaba al descanso.

En la segunda parte, los locales continuaron con su caudal ofensivo, pues necesitaban otro gol más. Dispusieron de ocasiones para hacer el tercero, pero no se aprovecharon, y el partido fue degenerando en ese cóctel tan habitual esta temporada de anti-fútbol malagueño sazonado con incompetencia arbitral.

Ya en la primera parte, nuestro propio entrenador fue objeto de una agresión que supuso la expulsión de un suplente del Malaka. A medida que fue avanzando el choque, más patadas y más tánganas. En medio de todo, el colegiado Juan Martínez Azagra, quien tendrá el dudoso honor de pasar a la historia negra del fútbol autonómico tras su deplorable actuación de ayer. Mientras que los futbolistas malagueños hacían gala de su exquisita educación dentro y fuera del campo, el único expulsado era Tomás, tras una más que discutida segunda amarilla.
Pero lo mejor estaba por llegar: Juan Carlos, recién ingresado en el terreno de juego, recibe una patada en toda la cara por parte del nº 8, “Chuki” , que retumbó en todo el estadio y que debería retumbar siempre en la conciencia del inefable señor Martínez Azagra, pues inconcebiblemente no amonestó al infractor. El público se quedó bloqueado, creo que hasta callado en ese momento, perplejo ante lo acaecido. “Chuki” (dando sentido a su siniestro apodo) ni siquiera se disculpó, fue sustituido y no paró de provocar al público mientras que en el otro banquillo, Juan Carlos sangraba y era sustituido por nuestro portero suplente, Nava.

Lo de menos era ya lo poco que le restaba al partido. El Malaka metió el 2-1, algo irrelevante. Fue el árbitro, y no ese gol, quien metió definitivamente al cuadro malagueño en la promoción. La actitud del banquillo visitante era aberrante, sucia, indigna. Por contra, una afición campiñesa que en ningún momento se puso a la violenta altura malagueña.

El Malaka abandonó el césped con la tercera plaza bajo el brazo y con la infamia sobre sus espaldas. Juan Carlos lo hizo junto a los miembros de la Cruz Roja. El trío arbitral salió indemne, tranquilamente. ¿Y el Villacarrillo? Ovacionado, como no podía ser de otra manera.

Una gran temporada acababa con el equipo y la afición fundidos en un infinito aplauso. Y es que en Villacarrillo hemos disfrutado de lo que nos gusta: el fútbol.

Nos vemos en la copa…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que ha pasado con Samar?

Anónimo dijo...

es indignante la relajacion del equipo tars ir ganando 3-0, dar lugar a lo que dió, tb decir que bajo mi punto de vista navarrete no tiene nivel para el villacarrillo