LA LESIÓN DE MAYKEL EMPAÑA LA VISITA DEL REAL JAÉN

El Real Jaén C.F. S.A.D. se llevó el XXV Trofeo Ciudad de Villacarrillo tras imponerse por 0-1 al cuadro local este miércoles. Un lujo para los campiñeses recibir al equipo representativo de la provincia, que esta temporada milita en la Liga Adelante, paseando el nombre de Jaén por todo el territorio nacional. En los prolegómenos del amistoso, Francisco Zamora entregó una placa al capitán Raúl Gaitán en reconocimiento del ascenso a Segunda División del cuadro del Santo Reino la temporada pasada. Sin embargo, la fiesta terminaría en drama con la grave lesión de Maykel en la segunda mitad.

De inicio Lasarte alineó a Joseant; Poblaciones, Niza, Almansa, Maykel; Cañada, Miguel, Calderón, Tarra, Elady y Toni. Muchos no habituales en el once, con la novedad de Toni ocupando la famosa posición de falso nueve. Enfrente, una plantilla de la Liga de Fútbol Profesional, que dispuso de dos equipos diferentes para cada periodo.

Los primeros minutos de tanteo entre ambos conjuntos fueron los de más actividad de cara a puerta en este acto. A los 5’ Toni efectuó el primer chut, desviado a córner por un contrario y antesala de lo que sería en el otro área el a la postre único gol del encuentro. Pase entre líneas que aprovecha Abel Molinero para deshacerse en velocidad de Niza y batir por bajo a Joseant.

A partir de ahí, los de Manolo Herrero controlaron a su antojo el choque, tocando plácidamente en su parcela sin oposición celeste. Los minutos caían y el choque registraba un encefalograma plano que perduraría hasta el descanso.

Para la segunda mitad, en el Villacarrillo ingresaron Rubio, Álvaro, Jorge, Rodri, Pablo, Manolillo y Fran, mientras que los jienenses sustituirían de un plumazo el equipo entero a los pocos minutos de la reanudación.

El partido cambió radicalmente: presión celeste, intensidad y problemas visitantes para llevar la manija. Fran iniciaba la labor de desgaste arriba y contagiaba al resto para incomodo de un remozado Jaén con menos ritmo. Rodri no se arrugaba ante sus adversarios en la medular y pedía constantemente el esférico, dominándolo y evidenciando que poco tiene que envidiar en eso a jugadores profesionales.

Fruto del empuje villacarrillense llegaría la mejor opción del encuentro en botas de Fran, con un disparo cruzado que salió lamiendo el palo del arco visitante. Los de Herrero apretaban, mas se diluían conforme avanzaban metros y no podían sentenciar el amistoso.

Un amistoso. Alguien tuvo que explicárselo al canario Edgar, pues el espigado extremo la lió parda. En una acción local por banda izquierda, el 19 blanco entró como un elefante en una cacharrería sobre la pierna de Maykel, rompiendo literalmente al lateral. Los incesantes gestos de dolor del iliturgitano hicieron presagiar lo peor desde su caída; sus lágrimas mientras salía en camilla del césped rumbo a la ambulancia, lo corroboraron: se había roto. Lo habían roto. Un embiste de un irracional: Islero, Avispado, Edgar. Si hubiera justicia, el canario debería permanecer en el dique seco el mismo tiempo que el bueno de Maykel.

El encuentro prosiguió, con la grada más pendiente de conocer el diagnóstico de nuestro zurdo que de lo acaecido en el terreno de juego. Poblaciones tuvo que entrar de nuevo para sustituir al lesionado en los últimos minutos, en los que los de Lasarte intentaron sin éxito hasta el último suspiro obrar la machada de empatar al Real Jaén. Edgar volteó a Manolillo y propició un amago de tangana al final, con los nervios a flor de piel por mor de lo sucedido previamente con Maykel.

La sangre no llegó al río y ambas escuadras se despidieron cordialmente, tras haber obsequiado a la parroquia campiñesa con una tarde de fútbol de otro nivel. Pese a Edgar.

                                                                                                                             Diego José González.