El extraño caso
del doctor Jekyll y el señor Hyde es el título de una novela llevada al cine cuyo argumento es la
oposición entre las dos personalidades de un mismo individuo. El aparentemente
normal Doctor Jekyll albergaba en su interior una cara oscura, la de Mr.
Hyde.
Este domingo, y a pesar de que el carnaval ya pasó, el Villacarrillo
C.F. Aceite Puerta de Las Villas se disfrazó del personaje anteriormente
citado. Tras una nefasta primera parte concluida con derrota parcial, los de
Lasarte voltearon el encuentro en una gran segunda mitad.
A diferencia de lo que podría deducirse al ver la clasificación, el
partido contra el Juventud de Torremolinos no sería fácil para los nuestros. Su
adversario ganó el choque de la ida y, sobre todo, los campiñeses afrontarían
este partido sin varios de sus futbolistas clave, como Salva, Rodri o
Manolillo.
La tarde arrancó nublada en el cielo y en la mente de los
villacarrillenses. Se notaban las ausencias y la ubicación de algunos jugadores
en posiciones diferentes a las habituales, como Juan Ángel en el lateral zurdo
o Rueda de mediocentro. Los locales no eran capaces ni de hilvanar una jugada,
y el murmullo de la afición iba in crescendo con el paso de los minutos. El
Torremolinos rehuía el contacto con el esférico, pero permanecía cómodo
parapetado atrás.
Caían y caían los minutos sin aproximaciones a ninguna de las
porterías. Tan sólo un libre directo de Rueda arriba había alterado algo la
modorra generalizada (en el campo y en la grada), hasta que en el 35’ las cosas
empeorarían definitivamente. El pequeño Álex Tejada arrancó en tres cuartos de
campo y se metió hasta la cocina con la aquiescencia de sus rivales; llegó
hasta la despensa del área y acabó siendo objeto de penalty. Burgos materializó
la pena máxima, transformando el sopor en drama. 0-1 al descanso.
El segundo acto sería antagónico. El cuadro de Lasarte salió a morder
desde el inicio. Mr. Hyde se había esfumado para dar paso al Doctor
Jekyll de siempre. Ortega entró por Juan Ángel, desplazando a Rueda al
lateral, en una clara declaración de intenciones.
La avalancha celeste fue tal que en diecisiete minutos se consiguió
revertir el sino del combate. Los locales encerraron literalmente al contrincante
en su área hasta que lograron perforar la portería. Su actitud en el terreno de
juego se asemejaba a la de un ejército partiendo en estampida para aniquilar al
enemigo o a la de decenas de viejas entrando en El Corte Inglés el
primer día de rebajas. En el 52’, un estupendo pase al hueco de Fran lo
aprovechó Toni para establecer la igualada. El Veracruz también había vuelto,
erigiéndose en la olla a presión que tantos réditos ha dado. Marcar el segundo
sería cuestión de tiempo.
Las ocasiones se multiplicaban, destacando un cabezazo de Ortega al
larguero a saque de falta, y la atmósfera en aquellos instantes era tal que el
partido debía de sacarse adelante, sí o sí. Corría el sesenta y dos juego
cuando a Ortega le hicieron un sándwich entre dos zagueros malagueños tras centro
de Montiel. El colegiado indicó nuevamente los once metros, ésta vez favorables
a los locales. Antoñín ratificó que mientras él se encuentre en el campo no hay
cabida para la psicosis del punto fatídico. 2-1.
Para facilitar más la tarea Javi Garrido fue expulsado, dejando en
inferioridad a un Torremolinos vacío, sin nada que ofrecer ni del que reseñar,
a excepción quizá del look de su delegado. Los celestes se hallaban en
condiciones de matar el duelo, pero la emoción se alargaría hasta el descuento.
Fran malogró un mano a mano, y a continuación los malagueños tuvieron un par de
acercamientos improductivos al filo de los noventa de juego. Cuando se habían
cumplido los cuatro minutos de prolongación estipulados, una contra fue
finalizada por Pablo para anotar el 3-1 y cerrar el encuentro. Justo premio
para el villanovense, estandarte de la lucha y el coraje con los que se logró
resolver un partido que se había puesto muy cuesta arriba.
Jugar como local sigue siendo sinónimo de victoria. Aunque suene a tópico,
ningún enfrentamiento es fácil en esta Tercera División, pero en su casa el
Villacarrillo supera los obstáculos que se encuentra y termina casi siempre por
añadir tres puntos más a su casillero: la magia del Veracruz continúa.
La próxima jornada se celebrará el primero de los dos derbis provinciales
consecutivos que depara el calendario. Será en Martos, campo difícil donde los
haya.
Diego José González.
3 comentarios:
Diego for Arcarde!
¡¡¡Arcarde, dame un pisoooo!!!
¡¡¡Alé Villacarrillo, alé alé!!!
NO SE , QUIERE DARDE TANTO BOMBO A LAS CRONICAS QUE LLEGAS A PERDERTE EN MOMENTOS.
espero que NADIE vaya a martos el domingo, la directiva del MARTOS CD a decido subir el precio de las entradas a 12EUROS para el público visitante, cuando aqui se les mantuvo, QUE NO SE APROVECHEN DE NOSOTROS!!!
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