Villacarrillo C.F. Aceite Puerta
de Las Villas y Atlético Malagueño firmaron tablas este domingo en la penúltima
jornada liguera. En una tarde frenética e inolvidable donde un millar de
aficionados experimentaron toda clase de sentimientos, los nuestros agotaron
todas sus opciones para colarse en los puestos de play-off de ascenso.
El calendario volvió esta
temporada a fechar el encuentro más interesante en el Veracruz para el
penúltimo acto de la campaña. En mayo de 2012 se dirimió el campeonato de
Primera Andaluza, y ahora, un año después, lo puesto en liza era nada menos que
una plaza para disputar eliminatorias de ascenso a Segunda B.
El estadio se engalanó como no
podía ser de otra forma para el evento. Acostumbrados en estos últimos años a
albergar duelos de envergadura, los campiñeses abarrotaron la nueva grada para
volver a jugar un papel determinante en otra tarde de efeméride. No era para
menos: el adversario en esta ocasión era el filial de uno de los ocho mejores
equipos de Europa.
Confeccionado a golpe de
talonario para ascender, el Atlético Malagueño se hallaba en todas las
quinielas desde agosto para alzarse con el campeonato del grupo IX, aunque una
irregular segunda vuelta le ha situado al borde del abismo de la quinta plaza.
La baja de Niza por motivos
personales fue la gran ausencia en el once de Lasarte, donde volvió Maykel al
lateral izquierdo y donde Fran y Ortega formaron dupla atacante. Sólo valía
ganar, y luego esperar pinchazos de otros rivales para postularse a la cuarta
posición.
Los locales salieron enchufados,
avisando al cuadro de Clotet del calvario que les esperaba. En los primeros
cinco minutos se encadenaron varios saques de banda y córners en los que pudo
llegar el primero, sobre todo tras un cabezazo de Salva que fue repelido por un
defensor cuando se colaba en la portería del ayer titular Casamayor.
El fulgor inicial dio paso al
dominio visitante. La serenidad y el criterio de los malagueños con el esférico
amansó a la fiera campiñesa, anestesiando el combate a base de posesiones
largas. Emilio Guerra, un delantero superlativo capaz de recibir cualquier
balón y transformarlo en ocasión de gol, enmudeció el campo cuando a la media
hora estampó un zurdazo en el palo de un ya batido Rubio.
La superioridad del filial no se
había plasmado en el marcador, y minutos después el choque pudo haber girado
360 grados si un ciudadano llamado Juan José Moreno Aguilar hubiera cumplido
con su cometido: impartir justicia. Juan José M.A., escrito en clave de
sucesos, evidenciaba en cada lance su
predisposición a favorecer los intereses visitantes, y el culmen de su obra
llegó al filo del descanso, cuando no señaló como penalty una flagrante mano
del lateral Jurado en el interior de su área. Separada del cuerpo y con manifiesta
intención de cortar la acción de ataque: de libro.
El Veracruz había padecido la
calidad del filial y hubiera firmado el 0-0 al descanso, mas concluyó el primer
acto perplejo e indignado ante tamaña fechoría.
Los nervios no cesarían siquiera
en el intermedio. Los teléfonos móviles echaban humo y las informaciones sobre
lo que en esos instantes sucedía en el Martos-Linares se pasaban de unos a
otros. Justo antes del inicio de la segunda parte, corrió como la pólvora la
noticia de la derrota minera, cuya trascendencia radicaba en que el
Villacarrillo ya dependía de sí mismo para lograr la hazaña.
Conscientes de ello, los villacarrillenses
arrancaron la segunda mitad con una marcha más tanto en el césped como en la
grada, pero enfrente se hallaba el mismo gigante. Una gran combinación
visitante en la que Pirulo se metió hasta la cocina finalizó con pase atrás a
Guerra, quien con todo a favor chutó flojo para que Rubio salvara lo que se
asumía como el 0-1. Era el minuto 49 aún.
Ese nuevo susto precedió a un cuarto
de hora en el que los celestes tomaron las riendas del combate. Se lo creyeron,
se vinieron arriba y encontraron su mejor fútbol, dando síntomas de poder
lograr la victoria. Sin embargo, en la fase en la que parecía haber amainado el
peligro del filial, un tiro lejano de Calatayud sin aparente peligro fue
envenenándose hasta colarse en el arco de un Rubio que no vio la trayectoria
del mismo. 0-1. Mazazo.
Lasarte arriesgó y acertó dando
entrada a Montiel, Calderón y Toni, dejando una improvisada e inverosímil
defensa de tres con Salva como único zaguero puro, custodiado por Pablo y
Antoñín. La épica como recurso.
Montiel se erigió en el revulsivo necesario para
voltear el encuentro. El juego se volcó sobre su banda y allá por el 72’ un
centro suyo fue cabeceado por Fran en el primer palo para establecer la
igualada. El Veracruz estalló y viviría prácticamente de pie y en vilo los
últimos veinte minutos. Se había acabado el raciocinio dentro y fuera del
terreno de juego para dar paso a la
locura, a la sobreexcitación colectiva, a la pasión desbordada. Sólo este
deporte puede crear una atmósfera así. El fútbol, la vida.
La imagen de un equipo vaciándose
para lograr el gol de la victoria y de una afición desgañitándose y empujando
con todos sus medios recordaba a las escenas de batallas en las que un ejército
corre en estampida para doblegar a su enemigo. Braveheart en Villacarrillo.
Cada acercamiento local al área
malagueña desataba el griterío, intercalándose el famoso Sí se puede desde las voces campiñesas. En pleno acoso, Montiel
chutó fuera desde la frontal y posteriormente Calderón no acertó a transformar
en gol un balón suelto en el área. La más clara llegaría en el 85’, cuando un
centro de Manolillo lo cabeceó Ortega lamiendo el palo del portal defendido por
Casamayor.
Se llegó al descuento con Salva
de delantero y Pablo sólo en la retaguardia. Cada contra visitante era un tres
o un cuatro para uno, llegando a convertirse en una ocasión en un cuatro contra
ninguno (todos ellos en fuera de juego, a lo Dortmund pero al revés) que milagrosamente
Rubio abortó para incredulidad de los de Clotet.
A balón parado dispuso el
Villacarrillo de sus últimas intentonas, mas no pudo con la gran muralla filial
liderada por el imperial Paco Aguza. El pitido final supuso la desolación de
haber dejado escapar lo que se estuvo rozando con las yemas de los dedos. La
estampa era de las que erizan la piel, con futbolistas rotos y extenuados sobre
el césped. La grada, emocionalmente colapsada, no cejaba en sus cánticos a pesar
del desenlace, para finalmente fusionarse con sus jugadores a través de un
infinito aplauso en una indescriptible despedida.
No se ha logrado la machada de
meterse entre los cuatro primeros, pero en Villacarrillo sólo hay motivos para
estar orgullosos de su equipo. Orgullosos de un club que en cinco años ha
pasado de regional a codearse con los mejores de Tercera, resultando incluso el
mejor en sus enfrentamientos directos; orgullosos de una directiva y de un
cuerpo técnico que han dado cuanto tenían; orgullosos de una afición que estuvo
ahí en los momentos más difíciles para llevar en volandas a sus héroes.
Héroes que se dejaron el alma por
un sueño y unos colores. Héroes para la eternidad.
Diego José González.
8 comentarios:
simplemente GRANDES
Muchas gracias por tus estupendas crónicas durante toda la temporada y felicidades a toda la familia futbolera villorra por tan extraordinaria temporada.
Benjamín Alguacil
Felicidades al Villacarrillo C.F. por su gran temporada.
Me recuerda a mi equipo la U.D.Maracena, hace unos años atrás.
El Domingo seréis bien recibidos en Maracena y creo que ganareis con facilidad, pues el equipo esta muy desmotivado porque no ha conseguido su meta este año.
Felicidades
GRANDES MUY GRANDES SEÑORES,MUCHAS GRACIAS POR TANTAS TARDES DE GLORIA,EL AÑO KE VIENE SI O SI ESTAREMOS EN LOS PLAY OFF.MUCHAS GRACIAS CAMPEONES
Diego como siempre lo has clavao, pero me gustaría apuntar el comportamiento exquisito del equipo malagueño
Gracias por tus crónicas durante la temporada que han rayado ha gran altura.
Todo un profesional de la escritura y sin faltas de ortografía ha sido todo un lujo.
Bueno señores esto ya es lo ultimo ayer quería apuntarme para acompañar al equipo para el partido de maracena y me decían que no hay autobús para los jugadores si señor el Excelentísimo Ayuntamiento quiere despedirse de la temporada a lo grande después de la temporada que a echo el VILLACARRILLO CF claro como este año no hay foto ni tampoco viene la radio a hacer un programa el en Ayuntamiento si señor con dos ......... opinen ustedes mismos de esta nueva hazaña de estos políticos que tenemos ahora mismo.
Era previsible, aunque dificil de entender.
Que la época más gloriosa del futbol villacarrillense haya tenido este escenario es una pena, porque con el apoyo de las insituciones este tipo de proyectos tan ambiciosos tendrían aun mejores resultados si cabe.
Pero bueno, este equipo se ha bastado y sobrado para hacernos vivir momentos inolvidables.
Esa es la realidad que todos recordaremos.
Despues, "que cada santo aguante su vela".
El sueño continúa......?
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