UNA REMONTADA PARA SEGUIR SOÑANDO

Angustiosa y muy sufrida victoria del Villacarrillo CF Aceite Puerta de Las Villas este domingo pasado frente al C.D. Rincón. Los visitantes se adelantaron por dos veces en el marcador y mostraron una imagen superior a la que su posición en la tabla les presumía, pero el bloque celeste, llevado en volandas por el Veracruz, remontó en la recta final del encuentro.

 Antes de comenzar un choque que a la postre sería no apto para cardíacos, se homenajeó al equipo infantil de la Escuela Municipal de Deportes de Villacarrillo, el cual ha logrado el primer puesto en su grupo provincial. Enhorabuena, campeones.

 La vuelta de Salva y la ubicación del polivalente Juan Ángel en el extremo derecho fueron las novedades de Lasarte en el once inicial. El empate matutino entre Torremolinos y San Andrés otorgaba la posibilidad a los locales de abrir una ligera brecha frente a ellos si se conseguía vencer en esta jornada al Rincón, un equipo de mitad baja de la clasificación.

 El inicio del partido fue soporífero, con un Villacarrillo indolente, sin ideas, última y peligrosamente abonado en el Veracruz a ir dejando las cosas para el final, esa costumbre tan española. Veinticinco minutos de nihilismo deportivo precedieron a la jugada más desgraciada del partido. Falta lejana en el flanco derecho del ataque visitante que bota con la zurda Lolo, Rubio (probablemente deslumbrado) mide mal y la pelota que se aloja en el fondo de su portería. 0-1. Los locales estaban jugando con fuego y empezaban a quemarse.

 Ese tanto recibido espoleó a los chicos de Lasarte, quienes se daban de bruces con la realidad: habría que trabajar y mucho para doblegar a este adversario. Aunque los celestes subieron una marcha en su juego, los malagueños tuvieron el segundo en las botas de Vicente, pero Rubio la sacó con los pies. No aprovecharon su ocasión, y lo que acto seguido les llegó fue el empate. Córner sacado en corto por Toni para Elady, quien se interna en el área y con un derechazo raso bate al guardameta rival Chori. El empate antes del descanso apaciguó los ánimos.

Con aires renovados volvió de vestuarios el Villacarrillo, dispuesto a resarcirse de un nefasto inicio de partido. Sin embargo, el Rincón continuaría amargando la tarde a la parroquia campiñesa. A los siete de la reanudación, la fina zurda de Lolo casi vuelve a perforar el arco de Rubio con un libre directo. Más éxito tuvo al minuto siguiente: córner lanzado a pierna cambiada y remate de Pepe adentro. 1-2. Otra vez a remontar.

 Pasaban los minutos y los locales no encontraban la manera de hacer daño a un buen plantado Rincón. Se mascaba la tragedia en un Veracruz en serio riesgo de profanación. Sólo Elady parecía ser capaz de cambiar un cada vez más inexorable destino. Se echó a sus espaldas el equipo, el partido, la responsabilidad; si hubiera hecho falta cargaría con un saco de balones, un banquillo o una portería. Si en el Bernabéu cantan aquello de Queremos once Juanitos, aquí debemos exigir Once Eladys. Su espíritu y el aliento de la grada guiaron a los locales a una remontada que se fraguaría en un minuto mágico, del 75 al 76 de encuentro. Tras una jugada a balón parado, Niza recogió el esférico en banda izquierda, centró y Ortega se anticipó de cabeza a Chori igualando la contienda. Inmersos aún en el éxtasis, el saque de centro derivó en un balón recogido por Tijeras, recién ingresado en el césped. El almeriense se fue internando a base de calidad y le envió el esférico al borde del área a Elady, quien se anticipó a los zagueros rivales y tocó el balón lo justo ante la defectuosa salida de Chori para llevar la locura colectiva al Veracruz. La testosterona del extremo serrano había iniciado y culminado la remontada.

 Faltaba un larguísimo cuarto de hora para acabar, amén de una eterna prolongación. Con un adversario tan peligroso y con un trío arbitral capaz de todo, era para asustarse cuanto menos. Pudo incluso marcarse el cuarto, pero no fue así y los minutos no pasaban para una afición al borde del colapso emocional. Más allá del noventa y cinco de encuentro, el trencilla señaló el final. Sangre, sudor y lágrimas para obtener tres nuevos puntos.

 Esta victoria mantiene al Villacarrillo en la segunda plaza, a un punto del líder, pero con el tercer y cuarto clasificado aún muy cerca. Antes del parón de Semana Santa tocará viajar la próxima semana a Fuengirola en lo que será, como todo lo que queda, una final más.