CÓMODO TRIUNFO ANTE EL COLISTA PARA ALCANZAR LOS PUESTOS DE PROMOCIÓN

Villacarrillo C.F.: Alejandro; Fortu, Niza, Salva, Maykel; Antoñín, Rodri (Calderon, 81’), Montiel (Juan Ángel, 63’),  Manolillo; Toni (Grego, 69’) y Ortega.

Nueva victoria del Villacarrillo C.F. Aceite Puerta de Las Villas en su estadio, esta vez tras deshacerse con facilidad del Comarca de Níjar por tres tantos a cero. Tras el valioso empate cosechado en Mancha Real frente al líder, este domingo los de Lasarte vencieron al colista, sumando tres puntos que les aúpan hasta la cuarta plaza de la clasificación.

Comarca de Níjar: Sergio; Manu (Edwin, 68’), Paco, Juande, David, Enrique, Rubén, Diakite (Dani, 46’), Capel, Faye (Tijeras, 52’)y Albacete.

Los resultados en la novena jornada del grupo IX previos al choque del Veracruz conferían la oportunidad a los celestes de ascender hasta el quinto o cuarto puesto de la tabla, siempre y cuando doblegasen a su rival y en función de lo que sucediera en el encuentro El Palo-Linares.

La vuelta de Montiel y la entrada de los campiñeses Alejandro y Fortu fueron las principales novedades del once inicial en una soleada tarde dominical. El Comarca de Níjar llegaba como farolillo rojo, con sólo dos empates en su haber y una plantilla muy joven.

El partido comenzó demasiado tranquilo, insulso. Los locales no encontraban su juego asociativo y el choque se interrumpía constantemente. El cuadro almeriense no proponía nada, por lo que la modorra estaba servida para el medio millar de fieles espectadores del Veracruz. Ante un rival que concedía muchas facilidades, los celestes eran incapaces de hilvanar siquiera alguna jugada que les acercara al arco defendido por Sergio. Tampoco a balón parado llegaban las ocasiones.

Treinta y siete minutos de vacío futbolístico precedieron a la primera acción ofensiva local de peso, en la que Montiel desbordó por banda y su centro desembocó en penalti por manos de un defensor visitante en el interior de su área. De nuevo los once metros, o cómo afrontar la reválida del mismo examen por tercera vez. Cuestión de fuerza mental para ahuyentar fantasmas y volver a la normalidad: Ortega cogió el esférico y lo alojó en el fondo de las mallas. Adiós a los gatillazos.

Con muy poco el Villacarrillo se fue a los vestuarios por delante en el marcador, y transcurridos escasos minutos de la segunda mitad finiquitaría el duelo. Montiel recibió un balón sin oposición en el carril del 8, alzó la cabeza y trazó un enorme derechazo cruzado que hizo inútil la estirada de Sergio. El extremo volvía tras varias semanas en el dique seco y no cuajó precisamente una de sus mejores actuaciones, pero dos acciones suyas habían liquidado un encuentro. Así se manifiestan los cracks.

Restaba mucho partido aún, pero se antojaba inverosímil que el Comarca de Níjar pudiera atentar contra la placidez reinante en el Veracruz. Lo más destacado del conjunto almeriense se hallaba en el banquillo: José Carlos Tijeras. El estadio ovacionó la entrada del héroe de Alhaurín, donde un gol suyo marcó el camino para el ascenso a esta Tercera División. Lo primero que hizo el ex – celeste fue provocar una falta al borde del área que a la postre supuso la mejor oportunidad visitante en toda la tarde. Otro suplente que había ingresado al césped, Dani, lanzó un magistral chut que cuando parecía alojarse irremediablemente en el arco local fue repelido por la mano salvadora de Alejandro. Pegada al palo y abajo, donde duele. Parada de otra categoría.

La jugada del día se la marcó Salva arrancando a lo Beckenbauer, cruzando de costa a costa y fallando lo más fácil tras dos sutilezas de Ortega y Toni. El tercero llegaría más tarde, pero antes Alejandro tendría otro momento de gloria al desviar un nuevo misil de Dani desde fuera del área. Definitivamente la portería celeste está más que bien cubierta.

Maykel también se apuntó a la fiesta, avanzando por su banda y llegando a línea de fondo; su centro lo remató Ortega al palo, pero el rechace (o rechazo, que dicen los modernos) lo aprovechó el joven Calderón para marcar al minuto de entrar en el campo. Aunque el choque estaba roto y la goleada se pudo ampliar con un testarazo de Antoñín y un tiro de Manolillo al palo, el 3-0 sería el castigo final para la débil escuadra almeriense.

Tranquilamente, sin sobresaltos; así se festejó la victoria, como se podría celebrar una digestión o un atardecer: algo cotidiano. Asistir a un triunfo del Villacarrillo sigue siendo lo normal, incluso en Tercera: ese es el gran mérito de este equipo. Finalmente hubo empate entre El Palo y Linares, y los celestes a la chita callando ya son cuartos. Tranquilamente, el sueño continúa…

Diego José González.