lunes, 4 de marzo de 2013

LOS CELESTES PERDONAN AL FINAL



Nuevo empate del Villacarrillo C.F. Aceite Puerta de Las Villas en su pelea por colarse en los puestos de promoción a Segunda B. El derbi provincial frente al Atlético Mancha Real finalizó con el resultado inicial, reflejando la enorme igualdad que reinó en un encuentro que pudieron llevarse los locales en la recta final.

Tarde especial en el Veracruz, en jornada declarada como medio día del club. La expectación que este partido había creado llenó la grada del municipal, con representación manchega añadida. No era para menos: se iban a enfrentar tercero contra cuarto.
Antes del inicio, los conjuntos hicieron el pasillo de honor al equipo alevin de la EMD Villacarrillo, el cual se ha proclamado campeón de su grupo de la segunda provincial, recibiendo las felicitaciones de un estadio engalanado para vivir otro día importante.
En lo meramente deportivo, Lasarte optó por Almansa para cubrir la baja de Poblaciones en el lateral, mientras que Fernando Campos alineó a su once tipo. Se presumía un duelo equilibrado entre dos escuadras que se conocen a la perfección, y el guión se cumplió a rajatabla.
El Mancha Real se plantó muy bien en el campo, replegándose a la perfección, ahogando a su rival cuando éste poseía el esférico y jugando con criterio arriba. Los celestes no encontraban a Rodri en la medular y tampoco creaban el peligro esperado por los extremos. Por momentos el choque se hacía espeso, únicamente con pelotazos de un campo a otro; con excesivo respeto mutuo, sin que nadie arriesgara por temor a ser castigado.
La mejor opción de los verdes en todo el encuentro llegó al cuarto de hora, cuando tras una jugada bien trenzada, Miguel no pudo superar a Rubio en el área chica. A pesar de contar con calidad en ataque, los visitantes fueron renunciando paulatinamente a buscar el gol, conformándose con un empate que daban por bueno de antemano. Un dato: el guardameta Emilio vio la tarjeta amarilla a la media hora de juego por perder tiempo.
El Villacarrillo poco a poco fue encontrando vías para intentar dañar el entramado rival, y al filo del descanso dispuso de sus mejores oportunidades: cabezazo de Manolillo repelido por Emilio, y al minuto siguiente, chut de Fran al lateral de la red.
Tras el intermedio, los de Campos se echaron atrás sin contemplaciones, evidenciando la poca ambición con la que llegaron a tierras campiñesas. Por contra, los locales arrancaron fuerte la segunda parte, como de costumbre.  Más intensidad, sí, pero nulos avances en ataque. La experimentada zaga manchega continuaba siendo inexpugnable, sumando más de ciento cincuenta años del medio hacia atrás, con lo que ello conlleva a la hora de perder tiempo, pegar con sutileza o, en definitiva, torear al colegiado.
La entrada de Pablo confirió savia nueva para los nuestros, quienes luchaban por la victoria y estarían a un paso de lograr su objetivo. Antes de un final que sería eléctrico, Manolillo ya la tuvo tras pase de Toni desde la derecha, pero su control se le marchó cuando encaraba a Emilio en boca de gol.
Y se llegó a los últimos diez minutos, en los que los de Lasarte no tuvieron la fortuna de cara para llevarse los tres puntos. La ocasión más clara posiblemente fue la que desperdició la testa de Niza en el área chica, cuando hasta tres celestes se hallaban sin oposición en el segundo palo. Minutos más tarde, Maykel se convertiría en el damnificado del desproporcionado listón tarjetero del trencilla, siendo expulsado al filo de los noventa.
Cuando el combate agonizaba y la inferioridad numérica valoraba de otra forma las tablas, llegarían dos nuevas oportunidades para alzarse con la victoria. Al filo de los noventa, un tiro de Pablo con pierna izquierda desde la frontal obligó a Emilio a lucirse para evitar el tanto; ya en el descuento, y a balón parado, un cabezazo de un defensa visitante se marchó a su propio larguero. La racanería de quienes tantas jornadas encabezaron la tabla estuvo a punto de desembocar en derrota, pero entre Emilio, el azar y el desacierto local conservaron hasta el final el botín deseado.
El fútbol no deja de ser un juego en el que todo cambia en función de si la pelotita entra o no. Esta vez no lo hizo.


Diego José González.

1 comentario:

jarcha dijo...

Diego, de nuevo he de felicitarte por regalarnos tus palabras y tu buen hacer en tus crónicas. Gracias por tu imparcialidad y darle placer a mis sentidos