CAMPEONES

El Villacarrillo CF Aceite Puerta de Las Villas es equipo de Tercera División. Así, como suena. Una imagen vale más que mil palabras, y bastaría con contemplar alguna foto del equipo campeón celebrando su éxito con la afición para comprender y evocar lo vivido en la ciudad de Villacarrillo este domingo pasado. No obstante, intentaré en estas líneas narrar lo inenarrable, describir lo indescriptible.

Tras la inolvidable victoria al Linares de la pasada jornada, el equipo de Lasarte necesitaba sólo un punto para alcanzar el campeonato y su consiguiente ascenso directo a categoría nacional. El último partido de la competición para los nuestros se iba a disputar en Jaén, frente al filial dirigido por Chumilla. Noventa minutos separaban a Villacarrillo de la gloria.

A eso de las diez de la mañana, centenares de campiñeses partieron hacia la capital del Santo Reino para asistir al partido de fútbol que cambiaría la historia deportiva de la localidad. El sueño y el calor no fueron óbice para que la marea celeste anegara la provincia una vez más.

Con el mismo equipo que doblegó el domingo anterior al Linares, los de Lasarte saltaron al césped de un Sebastián Barajas teñido de celeste. A pesar de que su adversario no se jugaba nada y contaba con importantes bajas, los jóvenes jiennenses no pondrían fáciles las cosas en la última y matutina jornada del campeonato. En los primeros minutos se mascaba en el ambiente la tensión y ese vértigo inherente a cuando se está a punto de conquistar lo anhelado. Aunque lo previsible era la victoria (o cuanto menos, el empate), los nervios hacían acto de presencia, como el novio que va a casarse y sabe que todo irá bien ese día, pero aún no lo ha consumado. Muy improbable, pero posible, la novia podría plantarlo en el altar y el Real Jaén B podría derrotar al líder.

A los 17´comenzaría a encarrilarse el encuentro cuando un saque de banda de Salva lo cabecearía a la red Almansa. Dos minutos después, llegó la jugada del partido. Montiel cogió el balón en la banda izquierda de su propio campo, se puso el casco y arrancó su moto; fue agarrado, perseguido y acorralado por numerosos rivales, pero él continuó conduciendo el esférico ajeno a todo; finalmente, se plantó en el área local, pero por desgracia el cancerbero jiennense evitó que el 16 marcara el gol de la temporada.

Cuando se aceptaba llegar con una exigua victoria parcial al descanso, un centro de Elady rematado en el primer palo por Ortega supondría el segundo para los visitantes. El ascenso se atisbaba, pero la segunda parte no sería a la postre un camino de rosas. Los de Chumilla iniciaron la segunda mitad con fuerza y Grego, el mejor del equipo, la tuvo en los primeros minutos. Por contra, en el área local fue Toni quien pudo finiquitar el combate tras un remate fallido con su zurda.

El sofocante calor minaba las fuerzas de ambos conjuntos, pero los jóvenes del filial no desistían en su empeño, y  fue así como en el minuto 57 Salazar establecería el 1-2 de cabeza a centro de Grego. Tras ese tanto el partido entró en una fase de cierta inquietud para los de Lasarte por mor de la inercia positiva que estaban mostrando los blancos, pero el arco defendido por Rubio no volvería a pasar más apuros. Fue el Villacarrillo quien pudo sentenciar en varias ocasiones de ahí hasta el final, con remates fallidos de Ortega a centros de Pablo y Elady. El marcador no se movería y el 1-2 sería definitivo. Sí, ahora sí: el Villacarrillo era de Tercera.

El pitido final desbordó la alegría en terreno de juego y grada. Atrás quedaba la euforia contenida de toda una semana: era ya el momento de dejarse llevar por las emociones y por los sentimientos. Una corta celebración con champán y manteos varios fue sólo el preludio de lo que se viviría horas después en Villacarrillo.

La fiesta en el pueblo fue única, imborrable para siempre en la retina de tantos y tantos campiñeses. Paella y cerveza a lo largo y ancho de la Avenida Gómez de Llano para celebrar un hito de dimensiones incalculables. Delirio y desenfreno en una afición increíblemente abonada este año a coleccionar efemérides cada domingo. Directivos, aficionados, miembros del cuerpo técnico y jugadores disfrutaban revueltos entre sí, como una masa homogénea e infranqueable.

Llegó el turno para rendir homenaje a todos y cada uno de los héroes, y sobre el escenario fueron desfilando desde el número 1 de Nava hasta el 25 de Juanito, o lo que es lo mismo: desde los que comenzaron con este sueño hace años en regional hasta los últimos en incorporarse esta temporada. Alberto Lasarte fue aclamado y constantemente sugestionado para que siguiera en su cargo, mientras que la emoción embargaba a un Juande Peralta a quien imagino se le pasó por delante toda su vida entregada al fútbol. 

La celebración prosiguió en los pubs colaboradores y se extendió a toda la localidad. Más tarde, el salón de plenos del Excmo. Ayuntamiento de Villacarrillo acogería a los protagonistas de esta hazaña sin parangón. El alcalde, Julián Gilabert, aludió a sus años de directivo y a la dificultad de gestionar un club para expresar la magnitud de lo conseguido. Los miembros del equipo fueron recibiendo un obsequio personal y el presidente, Francisco Martínez, recibió una placa conmemorativa, no sin antes pronunciar un discurso en el que manifestó el enorme trabajo llevado a cabo por su directiva y por tantos patrocinadores y colaboradores.

Los culpables de la hemorragia de placer sentida este domingo en el pueblo son evidentemente todos y cada uno de los futbolistas, todos y cada uno de los miembros del cuerpo técnico y todos y cada uno de los directivos, pero también son culpables todos y cada uno de los que han ayudado altruistamente, han colaborado o han patrocinado al club. Y, cómo no, todos y cada uno de los que han empujado con su aliento a sus jugadores cada semana; quienes han estado a la altura de lo que se les exigía en cada momento y quienes podrán contar a sus descendientes que ellos fueron trascendentales para que Villacarrillo fuera más grande.

Infinidad de cuestiones dividen a la gente, pero otras unen hasta la perfecta armonía, como el fútbol, que es mucho más que un deporte.  El éxito del Villacarrillo CF es el éxito de Villacarrillo. El sueño se ha alcanzado. El sueño continúa…